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sábado, febrero 28, 2004

Monsters Inc. 

Bueno, el primer post diurno de mi vida. Quiero empezar haciendo una aclaración debido a un par de observaciones que se me hicieron –todas polite, todas en privado- sobre mis thoughts acerca del juicio a las juntas militares. No digo que el juicio no haya sido importante –lo fue, y mucho-, lo que digo es que el hecho de que haya sido importante no quita que uno pueda discutir sus falencias. Que las tuvo, las tuvo, y eso lo expresé en el post anterior. Pero lo que le critico a El Nuremberg argentino es que se pone en la posición cómoda de mostrar los hechos sin plantear interrogantes, lo esalza como “ejemplar” pero en ningún momento se plantea que haya sido sólo para los principales responsables, que debería haber habido muchísima gente ahí, no sólo ocho o diez personas. Es más, en ningún momento del documental se utiliza el término “obediencia debida”, como que le escapa todo el tiempo. Capturing the Friedmans, documental del que hablé un par de posts atrás, plantea interrogantes todo el tiempo, a tal punto que al final lo deja a uno totalmente desconcertado y preguntándose por el grado de veracidad de todo lo que vio. No ofrece respuestas porque no las hay, sólo plantea que durante la investigación del caso hubo muchísimas cosas sospechosas. Creo que eso la convierte en un documental muchísimo más jugado –con todas las falencias que tiene- que El Nuremberg argentino, que se limita solo a mostrar hechos –de manera incompleta, encima- y jamás se atreve a preguntar.
Ví Monster. Y la verdad debo decir que me gustó más bien poco. Charlize está muy bien, en una actuación 100% oscarizable y a la vez buena. Su absoluta transformación física –aquí está más afeada que Cameron Diaz en Being John Malkovich- es solo una pequeña parte del asunto. Charlize entrega todo en su actuación –y me hace preguntar qué escena pasarán como oscar clip en la entrega, ya que tooooodo el tiempo se la pasa puteando- y, sí, compone, pero por una vez esto resulta algo bueno. El problema es que la directora Patty Jenkins parece detestar a su protagonista, y la convierte en alguien difícil de soportar. Por otro lado, Christina Ricci está muy bien como novia de Charlize, pero la película nunca logra que la relación entre ellas resulte creible. Igualmente, lo más molesto de Monster es su moralismo desatado. En un momento, luego de asesinar a una de sus víctimas, Charlize le revisa la billetera y la cámara enfoca en plano detalle a una foto del recién asesinado junto a su esposa... que está en silla de ruedas!!! En otra escena Charlize le dispara a un tipo y luego dice: “Ahí tenés, maldito abusador de menores!!!”. Y como si esto fuera poco, cuando está a punto de asesinar a un hombre bueno, léase casado, con hijos y esperando a una nieta, el guión le hace decir a la víctima, justo antes de morir: “Mi esposa!!! Mis hijos!!! Mi nieta!!!”. Todo taaaan subrayado, taaaan obvio.
Por suerte después vi Dick, aventuras en la casa blanca de Andrew Fleming, película que me debía hace mucho tiempo, sin duda la mejor de Fleming –el de la divertida con final pésimo y moralista Threesome, la divertida con final pésimo y moralista Jóvenes brujas y la fea El padre de mi novio, reciente estreno con Douglas Michael y Brooks Albert-. Una locura desatada que nos dice que el famoso informante “Garganta profunda” eran en realidad dos adolescentes adorables llamadas Selby (Kirsten Dunst) y Arlene (Michelle Wlliams). Desopilante y con unos excelentes Dan Hedaya como Nixon y Will Ferrell y Bruce McCulloch como los periodistas del Washington Post. Beautiful.
Hasta later.

viernes, febrero 27, 2004

Un jueves de bodrios 

Hoy vi sólo dos de los cuatro estrenos:
16.05, Unicenter (no la daban en el Abasto)– El otro lado de la cama: “La película más exitosa de la historia del cine español” es en realidad una cosa espantosa, una comedieta insoportable y misógina, con unos personajes masculinos absolutamente desagradables, aburrida y ni siquiera graciosa. Además es un musical, pero un musical pésimo, con cada uno de los actores compitiendo a ver quien hace la peor versión de las canciones que cantan, la mayoría buenos temas de Ariel Rot arruinados por unos arreglos a-la-Cris-Morena y las espantosas voces de los actores, más unos bailarines que parecen haber aprendido viendo a los Susanos en el TV show formerly known as Hola Susana. Lo único rescatable del asunto son las presencias de Natalia Verbecke y Paz Vega –futura chica Sandler en Spanglish de James L. Brooks-, quienes logran que el film sea un poquito menos insoportable. Y otra cosa, ya estoy harto, hartísimo de ver comedias pelotudas sobre “problemas de pareja”. Ya tuvimos bastante este año con la impresentable Tus ojos brillaban, 7 años de matrimonio la obvié, Yo te amo, tu me amas, etc. o como diablos se llame se estrenó hoy pero también la obvié –dos películas de esas en un día ya es demasiado- y se viene la chilena Sexo con amor, que también pinta ser un espanto. Antes de ver El otro lado... vi ese trailer y el de otra película que tiene potencial de ser una experiencia muy pero muy dolorosa: Mambo italiano, algo así como My Big Fag Italian Wedding. Familia italocanadiense se entera de que su hijo es gay. Gritos, gritos y más gritos, costumbrismo y esas mierdas. El grito que pega Paul Sorvino –el padre- cuando se entera de su hijo creo que estaría de más en Cien veces no debo. Horrible. Este año se estrenó más de una obra maestra y un puñado de grandes películas, pero también están estas cosas feas, y algunas encima suelen tener público.
20.10, Abasto (no la daban en Unicenter)- El Nuremberg argentino: Un documental tremendamente básico e incompleto. Entrevistas a cámara y pianitos insufribles –cortesía de Lito Vitale- mediante, el film tenía la posibilidad de convertirse en algo interesante debido a que se tuvo acceso a las 530 horas que fueron registradas en video durante el juicio a las Juntas Militares, pero desaprovecha esa oportunidad porque lo que vemos de aquel material parece elegido al azar. Muchos detalles importantes –como por ejemplo la lectura de los cargos a los acusados y las razones por las cuales algunos fueron condenados a una pena mayor que otros- son obviados, y sí aparecen ciertos detalles obviables. Y hay muchas otras cosas que se dan por sobreentendidas, por lo cual elimina a los que tienen pocos conocimientos sobre los hechos. Además, sobre el final aprecen en la pantalla datos desactualizados (según esta película Galtieri está vivo y Massera goza de buena salud), y la película gasta minutos que podría haber aprovechado para mostrar cosas más interesantes explicando el título. Por último, todo el tiempo se hace mención de que el juicio a las Juntas fue “un hecho sin precedentes en la historia mundial”, “un juicio ejemplar”, mientras que los planos donde se ve la ínfima cantidad de acusados en el juzgado refutan automáticamente dichas declaraciones. Obediencia debida las pelotas, todos los que formaron parte del horror debían haber estado ahí –de hecho, algunos de los que sí acusaron salieron libres sin ningún tipo de pena-. De qué juicio ejemplar me hablan?
Como verán, un día de malas películas. Furia en dos ruedas –la que más ganas de ver tenía, debo admitir- la veré el sábado, supongo, porque la función era demasiado tarde y volví a tener uno de mis dolores de estómago. Carajo, mierda.
Los dejo sin antes transcribir una conversación de corte surrealista que tuve con un amigo por MSN. Aclaro que Lloyd Dobler soy yo (dah). Hasta luego.

Lloyd Dobler says:
de quien es el cumple?
Oz says:
es de la hermana de una amiga
Oz says:
Yaquelin, se llama
Lloyd Dobler says:
pobrecita
Oz says:
y mi amiga, Mary Ann
Lloyd Dobler says:
diooooss
Lloyd Dobler says:
que clase de padres tienen?
Oz says:
que pasa?
Oz says:
por?
Lloyd Dobler says:
Yaquelin y Mary Ann?
Oz says:
Yaquelin cumple 21
Lloyd Dobler says:
21 años llamandose asi? yo me cambio el nombre o me suicido...
Oz says:
son de Perú
Lloyd Dobler says:
ah, ahora entiendo todo, jejeje
Oz says:
je
Oz says:
tiene mas hermanos
Oz says:
Brian
Lloyd Dobler says:
jajajaja
Oz says:
Rony
Oz says:
y Valeria
Lloyd Dobler says:
te iba a preguntar si uno se llamaba brian!!!
Oz says:
jeje
Lloyd Dobler says:
bue, valeria es la que mejor salió
Oz says:
je, la tuvo acá

jueves, febrero 26, 2004

Freaky Wednesday 

Hoy vi tres películas: dos maravillosas y una que casi lo es; dos que no había visto y una que sí. La primera fue Inseparablemente juntos (Stuck On You), otra gran película de los hermanitos Farrelly. Estos dos adorables seres han sido detestados por muchos y desde siempre por razones que creo equivocadas. Muchas veces se los acusó de reirse de los freaks que pueblan sus películas, cuando en realidad creo que hacen exactamente lo contrario, y esto se notó siempre. Pero luego de ver Stuck On You nadie puede seguir pensando eso. Stuck On You es una película hermosa, de un nivel de ternura pocas veces vista en este tipo de películas, incluidas las anteriores de los hermanitos. Los Farrelly aman, adoran a sus personajes. Aquí el humor escatológico que es marca registrada en sus películas brilla por su ausencia, pero el espíritu Farrelly está siempre presente. Y en cuanto al humor, el hecho de que estén trabajando en un registro más relajado no quiere decir que la película deje de ser graciosa. Stuck On You lo es, y mucho, y todos, todos, absolutamente todos los chistes verbales y gags (a falta de escatología aquí se trabaja más con el slapstick) funcionan a la perfección. Matt Damon y Greg Kinnear están sencillamente perfectos, como también lo está el elenco entero, en especial Eva Mendes, que es pura ternura. Los Farrelly lo hicieron de nuevo, nos entregaron otra película desopilante, inolvidable y con un gran corazón.
Más tarde volví a ver Perdidos en Tokio, otra película absolutamente hermosa. Y esta vez me gustó más todavía. No hay una sola escena en toda la pelicula que no sea antológica. Desde el glorioso plano del culo de Scarlett en el comienzo hasta el triste y perfecto final, la película de Sofia –su segundo film, su segunda obra maestra-, nos llena de placer y de melancolía. Bill y Scarlett ya son parte de nuestras vidas. Por lo menos de la mia.
Por último, y en Div-x, vi Duplex, la última película de Danny De Vito como director, protagonizada por Ben Stiller y Drew Barrymore. La negrura de los films anteriores de De Vito está presente en todo momento. Esta es una de esas películas ennervantes como Qué tal Bob? de Frank Oz o El insoportable de Ben Stiller, con personajes insufribles que le hacen la vida imposible a los protagonistas. En este caso es una viejita con aspecto de abuelita buena, que es inquilina de la casa que alquilan Drew y Ben. El film es en gran parte excelente, pero sobre el final surgen algunos problemas, como ocurría con Maten a Smoochy, la película anterior del De Vito director. Pero la película consigue divertir y si, ennervar. El guión es de Larry Doyle, el guionista de Looney Tunes: Back In Action, un film un tanto más redondo que Duplex. Y podría seguir bastante más pero tengo demasiado sueño (ayer me levanté a las 13.00, hoy a las 11.00, estoy mejorando). Mañana cuento sobre los estrenos y sobre alguna cosa rara que vea en Div-x. Hasta luego.

martes, febrero 24, 2004

Mangos, embrujos y hombres fritos 

Hoy no hice nada. Literalmente. Estoy mucho más eslaquer que de costumbre. Me levanté a las 7 de la tarde, estuve un tiempo online, después vi los últimos minutos de otro gran programa de Dirty Sanchez y más tarde el re-run del último programa del milenio pasado de Saturday Night Live, con Danny De Vito de anfitrión y R.E.M. como invitados musicales. El programa fue excelente, pero lo mejor fue el sketch de Mango, el estriper que interpreta el genial Chris Kattan, yet another xmas sketch con cita a Qué bello es vivir. Pero el momento genial del sketch fue cuando apareció Michael Stipe haciendo de “Hada de navidad”. Ma-ra-vi-llo-so. Después vi American Idol y me di cuenta de que lo bueno de AI son las audiciones. Después de eso se hace aburrido. Es en el período de audiciones donde aparecen las situaciones y los personajes más surrealistas (recordar el chinito que bailaba She Bangs). Cuando todos los que compiten son gente con un mínimo de “pasabilidad” todo pierde la gracia y se hace poco interesante. Propongo hacer un programa que consista solamente en audiciones.
Ayer tampoco hice nada, pero por lo menos vi dos buenas películas. La primera fue El embrujo de Shanghai, la última de Fernando Trueba, que es de 2002 y todavía acá ni noticias. Debería estrenarse porque, como suele pasar con Trueba, está muy pero muy bien. Divertida y bastante amarga a la vez, es la película más cinéfila de Trueba, así que imaginen lo cinéfila que es. Es un gran homenaje al cine clásico americano, en especial al film noir y al cine de espionaje. Pero, al contrario de You’re the one de Garci, El embrujo no utiliza al cine clásico como statement reaccionario sino como recurso narrativo, ya que en momentos en los que se cuentan historias de “misiones secretas” y cosas por el estilo, el film vira al blanco y negro y adquiere la estética del film noir. Fuera de eso es un adorable y a veces duro coming-of-age de un niño barcelonés (interpretado a la perfección por Fernando Tielve, el nene protagonista de El espinazo del diablo) luego de la segunda guerra.
Después vi Capturing The Friedmans, de Andrew Jarecki, el documental nominado al Oscar. Está muy bien, pero esto no es gracias al director, o sólo en parte. Técnicamente es demasiado televisivo, con entrevistas a cámara, separadores con niños jugando y música horrible. Pero el director salió ganando gracias a quienes retrata, una familia judía de un suburbio en Nueva York en la que el padre y su hijo menor fueron acusados de violar a sus alumnos de computación, de entre 8 y 11 años, allá por la década del ochenta. Lo interesante del documental es que muestra la incertidumbre de si esos cargos eran verdaderos o no. La investigación del caso fue bastante sospechosa, y muchas de las supuestas víctimas hoy afirman que nunca se abusaron de ellos. Ambos acusados se declararon culpables, pero todo hace pensar que esto fue bajo presión. Queda en claro que Arnold, el padre, era paidófilo, y él mismo admitió haber abusado de niños, pero no de estos niños. No sé, es como la trama de una indie hecha realidad. Igualmente lo mejor que tiene el documental, y donde el director se ganó la loteria, es el material de archivo. Es que el hijo mayor de la familia, Dave, que ahora trabaja de animador de fiestas infantiles –inicialmente el documental iba a ser sobre animadores de fiestas infantiles, pero cuando el director se enteró de toda esta historia, el rumbo de la película cambió por completo-, filmó horas y horas de escenas familiares durante el período del juicio en su cámara casera, y es así como el film se convierte en una home movie sobre la desintegración de una familia. Así, más allá de la pobreza de ideas visuales del director, el documental se convierte en un objeto interesantísimo y si, bastante duro. Tanto que tuve que ver un capítulo viejo que no había visto de Gilmore Girls –la mejor de las series actuales, sin duda- para subir un poco mis ánimos. Creo que puede llegar a ganar el Oscar, si es que Errol Morris no lo gana por The Fog of War. Aunque, a decir verdad, Balseros también parece bastante oscarizable. No sé, el domingo veremos.
Errata del primer post: El guión de 21 gramos no está nominado al Oscar, pero sí lo están los de Las invasiones bárbaras y Negocios entrañables. Qué horror!!!
Hasta la próxima. Mañana por fin voy a salir de mi hogar, asi que supongo que voy a tener cosas más interesantes para contar. Later.

domingo, febrero 22, 2004

Quiero revolcarme con vos (a.k.a. The soundtracks of our rides) 

Bueno, aquí estoy nuevamente, recién comido –bah, hace casi dos horas- y un poco más tranquilo. Paso a relatarles hechos que sucedieron el día de hoy, un poco menos detalladamente que en el post que no pudo ser por razones de cansancio. Hoy fui al Konex a ver por primera vez a Entre Ríos. Ni siquiera los había escuchado, este fue mi primer encuentro con la banda, y debo decir que me gustaron muchísimo, principalmente –y como de costumbre en mí- las canciones más popperitas, aunque las que tiraban más para el lado de la experimentación no me aburrieron para nada, lo cual no sé si habla bien de la banda o de mí. O tal vez esté ampliando mis horizontes musicales, no lo sé. Decía que el show me gustó mucho –a pesar de sus problemillas de sonido-, pero lamentablemente no pude disfrutarlo como era debido por razones ajenas al show. Es que estaba siendo víctima de uno de los peores dolores de estómago que tuve en mi vida. Por suerte el show fue corto y Naza me alcanzó con el auto hasta la parada del 15 de Las Heras y Salguero. El colectivo llegó al toque (todo un acontecimiento).
El viaje hasta mis pagos es bastante largo –una hora o más-, y como hoy era sábado, en la mitad del trayecto el bondi se llenó hasta el desborde de muchachotes que iban al Tropitango. Dado que Tropitango es un lugar bastante jodido, era natural que yo estuviese un poquitín alerta. Pero al fin llegué sano y salvo a destino.
Hubo algo extraño hoy en el colectivo. Entre los muchachotes que se subieron, dos de ellos eran una parejita gay cumbianchera que en ningún momento intentaban ocultar que lo eran. Digo extraño porque nadie siquiera se mosqueó ante la presencia de los dos chicos. Y digo extraño porque por acá todos suelen ser un poco/bastante/demasiado fachos/ultracatólicos. No sé, me sorprendió gratamente.
El soundtrack de mi viaje fue Infame de Babasónicos, del que me arrepiento profundamente haberlo votado en cinequanon como el disco más decepcionante de 2003, junto con Hail To The Thief de Radiohead –de ese no me arrepiento-. Es que por lo general –con la excepción de Trance Zomba, que siempre me gustó más bien poco- suelo enamorarme de los discos de los Baba ni bien los escucho por primera vez, y con Infame esto no ocurrió. No sé, no le encontraba la vuelta, me parecía un disco poco interesante, demasiado cancherito, con pocas sorpresas, olvidable. Tardé bastante en darme cuenta de que en realidad es un muy buen disco, que tiene hermosas melodías, excelentes canciones y letras perfectas. Ahora me parece muy obvio todo eso, pero la verdad es que Infame me costó. En este momento estoy bastante adicto a este disco, que tiene joyas como Risa -con uno de los puentes más lindos que haya escuchado en mucho tiempo-, Suturno –extrañeza maravillosa que repite ad-infinitum la gloriosa frase “Quiero revolcarme con vos”-, Pistero y, las más mejores de todas: Putita y La puntita. Un gran disco que pasó de resultarme intrascendente a ser soundtrack oficial de mis viajes desde y hacia mi hogar, y que también posee poderes curativos, ya que cuando llegué a casa el estómago no me dolía más.
Bueno, ahora si, me voy a dormir. Tengo los horarios completamente cambiados. En algún momento debería regularizarme. Saludos per tutti. Al final terminé escribiendo un montón.

La rebelión de las máquinas (a.k.a. The angry post) 

Odio, detesto, aborrezco las computadoras. Lo que pasó fue que ya casi había terminado de escribir mi segundo post y, justo cuando pensé en pastear el texto en el Word por las dudas, la maldita máquina se cuelga. Esperé un rato, por si se le ocurría volver a andar, pero no. Así es que tuve que reiniciar y perdí todo lo que había escrito. Y eso que había escrito un choclazo increible. Es por eso que desde ahora los posts los voy a escribir en Word –que por lo menos recupera documentos cuando la máquina se cuelga- y después pegarlos en Blogger. Hasta dentro de un ratito. Primero voy a comer algo y después les escribiré un post lo más fiel posible al que perdí.

viernes, febrero 20, 2004

Welcome Interstate Managers 

Hoy fui a ver los estrenos del día (excepto Operación Algeciras, que no está en ningún Hoyts):
18.35 - Peter Pan: Me gustó, pero también me decepcionó un poco. Pero está bien. Pero esperaba más. Pero el doblaje es horrible. Whatever, mejor leer la nota que acabo de escribir para cinequanon.
20.40 - Tierra de sueños: La verdad es que no entiendo por qué hay gente que "sigue" a Jim Sheridan. Si, Mi pie izquierdo no está tan mal, En el nombre del padre tiene sus cosas, pero no se por qué se lo considera alguien importante. Y su nueva película (por lejos, la peor que vi de él) no hace más que convencerme de que no hay que darle bola a este tipo. Tierra de sueños es una suceción de calamidades arbitrarias de esas que le hacen decir a la gente "ay, que horror". Muertes de niños ("a los dos años se cayó por una escalera y nos dijeron que estaba bien pero luego resultó que tenía un tumor cerebral y tres años después murió", dice la niña protagonista sobre su hermanito), un enfermo de sida, un embarazo que podría matar o bien a la madre o bien al bebé, todo esto en el marco de una historia de inmigrantes irlandeses en EEUU, que viven en un barrio "lleno de drogadictos y travestis". Hasta ahí todo mal, pero hacia el final empeora al convertirse en un horrendo mambo-jumbo misticista. Además, la película es tremendamente redundante. En un momento suena Turn! Turn! Turn! de The Birds, donde se habla de muertes y nacimientos y bueno, eso vemos. Como el plano de Nixon cuando Bowie canta "Do you remember the president Nixon?" en los end credits de Dogville. Un horror. Eso si, los actores estan excelentes, en especial Samantha Morton y las dos niñas.
22.40 - Capitán de mar y guerra: Un placer absoluto. Lo que el trailer vendía como una película de aventuras es en realidad un film reposado y a la vez divertidísimo en sus casi 140 minutos de duración, aunque eso sí, las pocas escenas de acción que hay son excelentes. Russell Crowe y Paul Bettanny están in-cre-i-bles. Y el final es inolvidable. Eso pienso yo, pero dudo que piensen lo mismo los que estaban en la sala, ya que salieron a las puteadas. Este año, salvo algunas feuchas excepciones -como por ejemplo el hecho de que guiones horribles como 21 gramos o Tierra de sueños estén nominados- tengo la sensación de que la entrega de los oscares va a estar buena.
Son las 7 de la mañana. Me voy a dormir.
Saludos a todos y bienvenidos.

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